Ciudad de Guatemala, 28 jul (AGN).– El Crédito Tob’anik, impulsado por el Gobierno de Guatemala, se presenta como una respuesta concreta a las necesidades del sector agrícola, con el fin de brindar apoyo económico a pequeños y medianos productores.
Este fondo se ha diseñado no solo para proporcionar financiamiento, sino también para fomentar un desarrollo rural sostenible y equitativo.
La propuesta está dirigida a dos sectores clave: por un lado, el pequeño productor, quien trabaja la tierra junto a su familia sin remuneración, y cuya cosecha se destina principalmente al autoconsumo.
Por otro lado, el mediano productor maneja una estructura más organizada y emplea trabajadores para maximizar su rendimiento, comercializando gran parte de su producción. Ambos sectores representan pilares fundamentales para la seguridad alimentaria del país.
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— MAGA Guatemala (@MagaGuatemala) July 16, 2025
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Requisitos para las entidades financieras interesadas
Para que una cooperativa o entidad financiera pueda formar parte de este programa y gestionar los recursos del Crédito Tob’anik, debe cumplir con ciertos criterios establecidos. No basta con operar en el sistema financiero, se requiere experiencia y compromiso con el sector agrícola.
Entre los requisitos más importantes se incluye contar con al menos cinco años de funcionamiento continuo, sin interrupciones. Además, es indispensable tener un mínimo de dos años de experiencia en la colocación de créditos agrícolas.
Esta condición garantiza que las entidades comprendan las dinámicas del campo y puedan ofrecer acompañamiento técnico adecuado.
Asimismo, deben presentar su documentación legal vigente y disponer de estados financieros auditados. Este nivel de transparencia asegura que los fondos sean manejados con responsabilidad y que el impacto llegue verdaderamente a los agricultores que lo necesitan.
Una herramienta de transformación rural
Lo que hace diferente al Crédito Tob’anik no es solo el financiamiento, sino el propósito detrás de él. Con tasas de interés accesibles y criterios técnicos orientados al desarrollo sostenible, esta herramienta busca impulsar una agricultura más productiva, respetuosa del medio ambiente y generadora de bienestar.
Con estas condiciones, el programa se convierte en un verdadero motor de cambio para el agro guatemalteco. Más allá del acceso al dinero, lo que ofrece es una oportunidad de dignificar el trabajo del agricultor y sembrar esperanza en las comunidades rurales del país.
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