Ciudad de Guatemala, 1 sep (AGN).- La patria es uno de los temas en la pluma de Miguel Ángel Asturias. La patria de sus padres, sus amores y sus sufrimientos.
En este Año Internacional de Miguel Ángel Asturias (2024-25) recordamos 125 años del nacimiento y 50 años de la partida definitiva del nobel de Literatura 1967.
Hacia 1954, Asturias escribe el poema A Guatemala. Entonces, el país afrontaba crisis política por del derrocamiento de Jacobo Árbenz. Además, apenas si había disfrutado la primavera de Juan José Arévalo. Eran días de zozobra, y Asturias lo refleja en su magistral poema.
Acá reproducimos algunos de esos versos, tomando como referencia la historia de los años 1950. En ese mes dedicado a la patria, recordamos la nostalgia de Asturias, el escritor errante.
¡Patria de las perfectas luces, tuya
la ingenua, agraria y melodiosa fiesta,
campos que cubren hoy brazos de cruces!
¡Patria de los perfectos lagos, altos
espejos que tu mano acerca al cielo
para que vea Dios tantos estragos!
El autor menciona temas agrario, uno de los mayores problemas de Guatemala y el resto de América Latina. El campo, como él lo llama, pide justicia.
«El Señor Presidente» en voz de Miguel Ángel Asturias, Premio Nobel #Guatemala pic.twitter.com/QInibAt9sS
— Miguel Angel Asturias, elgranlengua.blogspot.com (@MAA_Nobel67) October 19, 2020
Llanto por la patria
Anticipándose a la crisis ecológica, Asturias llora por los lagos, convertidos en espejos de la divinidad. Estos, según él servirán para que Dios compruebe y vea con ojos propios una tragedia anticipada.
¡Patria de los perfectos días, horas
de pájaros, de flores, de silencio
que ahora, ¡oh dolor!, son agonías!
¡Patria de los perfectos cielos, dueña
de tardes de oro y noches de luceros,
alba y poniente que hoy visten tus duelos!
¿Y qué decir de la eterna primavera que sufre? Asturias pinta con maestría los colores de esta tierra, pero anticipa y vaticina días de sufrimiento, dolor y pena para esta patria a la que ama.
En estos sentidos versos el Gran Moyas señala tanto al oriente como al poniente para presentar una patria dolorida y en duelo.
¡Patria de los perfectos valles, tienden
de volcán a volcán verdes hamacas
que escuchan hoy llorar casas y calles!
Asturias le canta a lo verde de los valles guatemaltecos y a la cadena volcánica, la más grande y poblada de Centroamérica y parte del Cinturón de Fuego.
Metafóricamente tiende una hamaca, como las hamacas de los pueblos y las fincas, solo que él la extiende de volcán a volcán. Imaginemos qué grandes hamacas entre los volcanes de Fuego, Santiaguito, Tacaná o Tajumulco.
Este poema tiene inspiración geográfica, no cabe duda. Además, menciona el oro verde, el banano, como una de las megaindustrias en apogeo en la década en que Asturias escribió esta pieza literaria.
Acá reproducimos esta pieza literaria completa, de la pluma y letra del universal Miguel Ángel Asturias Rosales.
Entrevista en francés: “Sr. Asturias, ¿Cuál considera usted es el mayor logro de la civilización maya?” #MiguelAngelAsturias #PremioNobel #Guatemala pic.twitter.com/O98prX9dho
— Miguel Angel Asturias, elgranlengua.blogspot.com (@MAA_Nobel67) October 19, 2020
A Guatemala
¡Patria de las perfectas luces, tuya
la ingenua, agraria y melodiosa fiesta,
campos que cubren hoy brazos de cruces!
¡Patria de los perfectos lagos, altos
espejos que tu mano acerca al cielo
para que vea Dios tantos estragos!
¡Patria de los perfectos montes, cauda
de verdes curvas imantando auroras,
hoy por cárcel te dan tus horizontes!
¡Patria de los perfectos días, horas
de pájaros, de flores, de silencio
que ahora, ¡oh dolor!, son agonías!
¡Patria de los perfectos cielos, dueña
de tardes de oro y noches de luceros,
alba y poniente que hoy visten tus duelos!
¡Patria de los perfectos valles, tienden
de volcán a volcán verdes hamacas
que escuchan hoy llorar casas y calles!
¡Patria de los perfectos frutos, pulpa
de paraíso en cáscara de luces,
agridulces ahora por tus lutos!
¡Patria del armadillo y la luciérnaga
del pavoazul y el pájaro esmeralda,
por la que llora sin cesar el grillo!
¡Patria del monaguillo de los monos,
el atel colilargo, los venados,
los tapires, el pájaro amarillo
y los cenzontles reales, fuego en plumas
del colibrí ligero, juego en voces
de la protesta de tus animales!
Loros de verde que a tu oído gritan
no ser del oro verde que ambicionan
los que la libertad, Patria, te quitan.
Guacamayas que son tu plusvalía
por el plumaje de oro, cielo y sangre,
proclamándote va su gritería…
¡Patria de las perfectas aves, libre
vive el quetzal y encarcelado muere,
la vida es libertad, Patria, lo sabes!
¡Patria de los perfectos mares, tuyos
de tu profundidad y ricas costas,
más salóbregos hoy por tus pesares!
¡Patria de las perfectas mieses, antes
que tuyas, júbilo del pueblo, gente
con la que ahora en el pesar te creces!
¡Patria de los perfectos goces, hechos
de sonido, color, sabor, aroma,
que ahora para quién no son atroces!
¡Patria de las perfectas mieles, llanto
salado hoy, llanto en copa de amargura,
no la apartes de mí, no me consueles!
¡Patria de las perfectas siembras, calzan
con hambre de maíz sus pies desnudos,
los que huyen hoy, tus machos y tus hembras!
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