Ciudad de Guatemala, 16 jun (AGN).- Tras años de exclusión y lucha, el pueblo chalchiteko logró un paso histórico con la incorporación oficial de su idioma en la legislación guatemalteca. Aunque el camino no fue sencillo, la persistencia de esta comunidad originaria, ubicada en el municipio de San Rafael La Independencia, Huehuetenango, permitió que sus voces fueran finalmente escuchadas.
Durante la conformación de la Academia de Lenguas Mayas en 1990, el Estado guatemalteco reconoció únicamente 21 comunidades lingüísticas, dejando fuera al pueblo chalchiteko. Lejos de conformarse, los chalchitekos comenzaron a organizarse para exigir un lugar dentro de la institucionalidad lingüística del país.
En los años 90, mientras se impulsaban los Acuerdos de Paz, representantes de esta comunidad participaron en espacios de discusión sobre reformas constitucionales, defendiendo la validez y el legado de su idioma. Sin embargo, los resultados de una consulta popular frustraron el avance, al no aprobarse los cambios propuestos, lo que dejó nuevamente en pausa el reconocimiento oficial del chalchiteko.
Una victoria esperada
No fue sino hasta el 3 de junio de 2003 que esta lucha obtuvo frutos concretos. El Congreso de la República aprobó el Decreto 24-2003, el cual modificó la Ley de la Academia de Lenguas Mayas, integrando finalmente al chalchiteko como uno de los idiomas nacionales reconocidos. Además, se asignó a sus representantes un lugar en el Consejo Superior de la institución, abriendo la puerta a la promoción y defensa del idioma desde espacios oficiales.
Este momento marcó una conquista significativa no solo para el pueblo chalchiteko, sino para todo el país, al ampliar el reconocimiento de su diversidad lingüística y cultural.
Avances en la documentación y enseñanza del idioma
Una década después del reconocimiento oficial, en 2013, se concretó otro paso esencial: la oficialización del alfabeto chalchiteko. La Academia de Lenguas Mayas estableció un conjunto de 32 grafías propias que permiten representar con fidelidad los sonidos de la lengua. Las grafías del chalchiteko son las siguientes:
A, B’, CH, CH’, E, I, J, K, K’, KY, KY’, L, M, N, O, P, Q, Q’, R, S, T, T’, TX, TX’, TZ, TZ’, U, W, X, XH, Y, Z.
Con este alfabeto se abrió la posibilidad de producir materiales educativos, realizar estudios gramaticales más rigurosos y fortalecer el uso del idioma en contextos formales y comunitarios.
Este idioma presenta un acento fijo que, al igual que en otros idiomas mayas, no se representa gráficamente. Esta norma responde a su regularidad y predecibilidad, lo que no compromete la comprensión del idioma en su forma escrita.
Actualmente, la comunidad chalchiteka está compuesta por más de 30 mil personas que continúan preservando sus costumbres, idioma y vínculos ancestrales con la tierra. Se dedican principalmente a la agricultura, los tejidos artesanales y el comercio, actividades que no solo representan su sustento económico, sino también su forma de vida y conexión con la tradición.
Su identidad permanece firme, sostenida por generaciones que han sabido mantener viva su lengua a pesar de décadas de negación oficial. El idioma chalchiteko no es solo un medio de comunicación, sino un símbolo de resistencia, cultura y pertenencia que sigue fortaleciéndose cada día.
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