Ciudad de Guatemala, 23 jun (AGN).- El Día Mundial de los Refugiados, que se conmemora el 20 de junio de cada año, es una fecha marcada por historias de resiliencia, la lucha y esperanza. En esta ocasión, una historia en particular resonó con fuerza durante la conmemoración: la de Angélica Gómez, una salvadoreña que, junto a su familia, ha logrado reconstruir su vida en Guatemala, lejos de su tierra natal.
Angélica inició su relato diciendo:
Mi nombre es Angélica Gómez. Soy salvadoreña y, junto a mi familia, dejé atrás todo lo que conocíamos: amigos, familia, trabajo, sueños…
La difícil decisión de abandonar El Salvador fue motivada por la búsqueda de seguridad y mejores oportunidades. Sin embargo, la travesía no fue fácil, y el dolor de dejar atrás todo lo conocido pesaba sobre ellos.
Pese a las adversidades, encontraron en Guatemala un lugar donde reconstruir sus vidas.
Encontramos en este país instituciones que nos podían ayudar, nos brindaron su apoyo y nos mostraron esperanza lejos del hogar.
El sueño de un negocio propio
En Guatemala, Angélica ha cumplido uno de sus sueños más preciados: tener su propio negocio. Este logro le ha permitido estar cerca de su hijo y cubrir las necesidades básicas del hogar, además de dedicarse a su pasión, la cocina.
En este contexto, la salvadoreña relató:
He cumplido el sueño de tener mi propio negocio, lo que me ha permitido estar cerca de mi hijo y cubrir las necesidades básicas del hogar, haciendo lo que más me gusta: cocinar.
El apoyo de la agencia del alto comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha sido fundamental en este proceso. Gracias a las capacitaciones recibidas en temas financieros, de marketing y cocina, Angélica ha podido establecer y hacer crecer su emprendimiento.
Además, el respaldo del Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación ha sido crucial para la formación y éxito de su negocio.
Este reconocimiento humaniza y valida las experiencias de los refugiados, ayudando a construir una sociedad más inclusiva y comprensiva. El respaldo y la solidaridad de ACNUR e instituciones del Gobierno de Guatemala han permitido a Angélica y su familia, así como otros tantos refugiados, a saber que no están solos y que pueden encontrar un nuevo hogar lejos de su país de origen.
Una batalla contra la nostalgia
A pesar de los logros y avances, Angélica no oculta que el camino ha sido difícil.
El camino no ha sido fácil. Así como hemos tenido momentos de alegría, a veces la nostalgia nos ha ganado la batalla.
La mezcla de sentimientos es un recordatorio constante de la dualidad de la experiencia de los refugiados: la alegría de haber encontrado un lugar seguro y la tristeza de lo que se ha dejado atrás.
Sin embargo, el apoyo de la comunidad y de diversas organizaciones ha sido esencial para sobrellevar estos momentos de nostalgia y seguir adelante.
Gratitud y esperanza
En su discurso durante la conmemoración del Día Mundial de los Refugiados, Angélica expresó su profundo agradecimiento por el apoyo que recibió.
En este Día Mundial de los Refugiados, les agradezco de todo corazón todo el apoyo que nos han brindado.
Su historia es un testimonio de la resiliencia humana y del poder del apoyo comunitario e institucional para transformar vidas.
El relato de Angélica Gómez es solo uno de los muchos que subrayan la importancia de la solidaridad y la empatía hacia los refugiados. En un mundo donde millones de personas se ven obligadas a huir de sus hogares, historias como la de Angélica recuerdan la humanidad compartida y la capacidad de reconstruir vidas con dignidad y esperanza.
El Día Mundial de los Refugiados es una fecha para recordar la difícil situación de los refugiados. También para celebrar sus historias de superación y agradecer el apoyo que hace posible sus nuevos comienzos. Angélica Gómez, con su mezcla de desafíos y logros, es un faro de esperanza y un llamado a la acción para seguir apoyando a aquellos que buscan un nuevo hogar y una nueva oportunidad en la vida.
Lea también:
Reducción de homicidios en el país, un avance notable en la lucha contra el crimen