Ciudad de Guatemala, 11 ene (AGN).– El Instituto Guatemalteco de Migración (IGM), a través de su Centro de Recepción de Retornados en Tecún Umán, San Marcos, proporcionó asistencia humanitaria a 55 niñas, niños y adolescentes no acompañados que fueron retornados desde México por vía terrestre. Este grupo vulnerable fue recibido bajo estrictos protocolos diseñados para garantizar su bienestar.
A su llegada, oficiales de Protección Infantil llevaron a cabo una evaluación exhaustiva para identificar las necesidades más urgentes de los menores. Este proceso incluyó la provisión de servicios básicos de salud primaria y apoyo psicosocial. Una vez concluida esta etapa inicial, los menores fueron puestos bajo el resguardo de la Procuraduría General de la Nación (PGN) y la Secretaría de Bienestar Social (SBS), instituciones encargadas de su protección y seguimiento.
En apoyo a migrantes extranjeros en situación de vulnerabilidad, brindamos identificación, resguardo, alimentación, atención médica y psicosocial mientras se resolvía su situación migratoria. #LaPrimeraCosechaGt pic.twitter.com/sxbqW7LN2Z
— Migración Guatemala (@MigracionGuate) January 10, 2025
Protocolo para la niñez migrante
El IGM implementa el Protocolo Nacional para la recepción y atención de la niñez y adolescencia migrante, el cual tiene como objetivo garantizar una atención integral y el respeto pleno a los derechos fundamentales de los menores. Este protocolo está alineado con el Código de Migración, la Política Migratoria y diversos tratados internacionales ratificados por Guatemala, asegurando una respuesta coordinada y efectiva para proteger a los niños y adolescentes.
La institución reitera su compromiso con la defensa de la dignidad y los derechos humanos de la población migrante, con un enfoque especial en los menores no acompañados. El IGM asegura que estos niños y adolescentes sean tratados con respeto, libres de cualquier forma de violencia, tratos crueles o degradantes, reafirmando su misión de velar por el bienestar de quienes atraviesan estas situaciones de vulnerabilidad.
Este esfuerzo resalta la importancia de trabajar en conjunto con diferentes entidades para garantizar que los derechos de la niñez migrante sean protegidos, promoviendo acciones humanitarias y sostenibles.
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