Ciudad de Guatemala, 4 jun (AGN).- El Sistema Penitenciario ha enfrentado una serie de desafíos que han afectado tanto a la seguridad interna de los centros de detención como a la integridad de los agentes penitenciarios.
La viceministra de Seguridad, Claudia Palencia, en una reciente entrevista con Emisoras Unidas, afirmó:
El Sistema Penitenciario es el último en recibir ayuda.
Este comentario resalta la negligencia hacia un sector crucial para la justicia y la rehabilitación social.
Uno de los problemas más graves que enfrenta el Sistema Penitenciario es la corrupción, y una de sus causas es el abandono de los agentes que custodian estos centros. La falta de apoyo y reconocimiento a los guardias penitenciarios crea un ambiente propicio para las prácticas corruptas. Muchos agentes penitenciarios, al no sentirse valorados ni respaldados, terminan cediendo a la tentación de involucrarse en actividades ilícitas dentro de las prisiones.
Propuestas para un cambio estructural
En su intervención, la viceministra de Gobernación enfatizó en la necesidad de dignificar la labor de los agentes penitenciarios como un paso esencial para recuperar el control del sistema.
En tal sentido, afirmó:
Para retomar el control del Sistema Penitenciario, es fundamental trabajar en la dignificación del agente penitenciario.
Este reconocimiento no solo debe ser simbólico, sino también materializado en mejoras salariales, condiciones laborales adecuadas y programas de apoyo.
Una de las propuestas más innovadoras que ha presentado la viceministra es la utilización del polígrafo para la designación de nuevos guardias penitenciarios. Este método tiene como objetivo asegurar la integridad y la honestidad de los candidatos, reduciendo así las posibilidades de corrupción desde la raíz.
Al respecto, Palencia afirmó:
Estamos considerando utilizar el polígrafo para designar al guardia.
Así, resaltó la necesidad de adoptar medidas más rigurosas en el proceso de selección.
Dignificación del agente penitenciario
La falta de reconocimiento ha sido una constante en la historia de los guardias penitenciarios en Guatemala. Estos agentes, a menudo olvidados, desempeñan un papel importante en el mantenimiento del orden y la seguridad dentro de los centros de detención. Sin embargo, su labor ha sido sistemáticamente desvalorizada, lo que ha tenido consecuencias directas en la integridad del sistema.
La falta de dignificación y las condiciones laborales deficientes no solo afectan a los guardias en términos de bienestar personal, sino que también tienen un impacto significativo en la eficacia del sistema penitenciario en su conjunto. La corrupción y el descontrol dentro de las prisiones son síntomas de un problema más profundo: la desatención y el abandono de quienes deberían ser los guardianes de la justicia.
Para lograr un cambio real, es necesario implementar una reforma integral del Sistema Penitenciario que no solo aborde la corrupción, sino que también promueva la dignificación de los agentes. Esto incluye mejorar sus condiciones laborales, proporcionarles capacitación continua y ofrecerles un apoyo integral que abarque desde la salud mental hasta el desarrollo profesional.
El abandono del Sistema Penitenciario y de sus guardias ha llevado a una situación que requiere una intervención urgente y estructural. La dignificación de los agentes penitenciarios, junto con medidas de control más estrictas como el uso del polígrafo, son pasos fundamentales hacia la recuperación del sistema.
El compromiso del Gobierno y de las instituciones responsables es importante para asegurar que estas reformas se implementen de manera efectiva y sostenible. La esperanza es que con estas acciones se logre mejorar la seguridad y el orden en las prisiones y restituir la integridad y el respeto hacia aquellos que trabajan en ellas.
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