Cracovia (Polonia), 15 mar (EFE).- El campo de concentración de Plaszów, en las afueras de la ciudad polaca de Cracovia, abre sus puertas como museo este viernes.
Lo anterior, para recordar la historia de los más de 6 mil fusilamientos y cientos de muertes más por trabajos forzados que ocurrieron allí.
Esta es una tragedia recordada por la célebre película La Lista de Schindler.
Este lugar permaneció semiabandonado durante décadas.
Hasta ahora solo unos pocos carteles, edificios en ruinas y los restos de lápidas con inscripciones en hebreo hablaban del horror que inundó este lugar.Por este sitio pasaron decenas de miles de prisioneros, entre ellos algunos españoles.
Unas 150 mil personas, mayormente polacos y húngaros, murieron en Plaszów. Cuando llegó el Ejército Rojo de la Unión Soviética, en enero de 1945, solo quedaban vivos 2 mil prisioneros.
#GuatemalaAvanza hacia la reconciliación.
Hace 43 años a 70 mujeres y más 100 niños y niñas les arrebataron su vida en Pacoxom, Alta Verapaz.
Este año el Director Ejecutivo Oswaldo Samayoa@hoss06 acompañó en la ceremonia conmemorativa para recordarlos y recordarlas. pic.twitter.com/DJGXlAd7Hy
— COPADEH Guatemala (@copadehgt) March 15, 2024
A cargo del gueto judío
El infame comandante que diseñó y dirigió el campo fue Amon Goeth.
Al mismo tiempo, estaba a cargo del gueto judío de Cracovia y que dividió a la población judía en dos categorías. Una, los que, por su edad o condición física, podían ser útiles para trabajos forzados, y dos, los que serían enviados directamente a Auschwitz.
De este personaje se cuenta que solía asesinar a algún prisionero antes de desayunar para a veces entregárselo a su manada de perros dóberman.
En el filme fue interpretado magistralmente por Liam Neeson en la célebre película de Steven Spielberg La Lista de Schindler, buena parte de la cual fue rodada en el campo de Plaszów.
Testimonio
Ada Abrahamer, una de las escasas supervivientes de Plaszów, dejó escrito su testimonio de coraje, que fue leído durante la ceremonia de apertura del museo:
Es extraño cómo los fuertes tuvieron que rendirse y los débiles, que nunca pensaron que iban a resistir, terminaron siendo aún más fuertes.