Ciudad de Guatemala, 23 ene. (AGN).– El pasado 22 de enero, más de 4 mil privados de libertad dieron un paso adelante al integrarse al inicio del ciclo escolar 2024 en 19 centros carcelarios.
Los reclusos se encuentran bajo custodia del Sistema Penitenciario (SP), del Ministerio de Gobernación (Mingob). De hecho, este esfuerzo educativo cuenta con el respaldo del Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap) y la Universidad Rural de Guatemala (URG).
Heydi Morales, coordinadora del Departamento de Educación del SP, resalta que la iniciativa ha despertado un fuerte interés entre los reclusos. En la educación encuentran una vía para adquirir conocimientos y abrir nuevas oportunidades académicas.
Morales mencionó en cuanto a la iniciativa:
En los centros carcelarios Pavoncito y Pavón, más de mil reos demostraron su interés en estudiar, especialmente después de que 32 personas recibieron sus certificados de computación, implementado el año pasado.
Agentes de transformación
Asimismo, un aspecto distintivo de este programa educativo es la participación de 41 catedráticos privados de libertad. Además, estos individuos, tras recibir capacitación y superar pruebas específicas, asumen el rol de enseñar a sus compañeros. Marco Antonio Gutiérrez, catedrático en Pavón, comparte su experiencia y motivación:
Mi labor me impulsa a apoyar a mis compañeros. Actualmente, soy facilitador en el centro carcelario y estoy cursando el tercer semestre de la Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales en la Universidad Rural de Guatemala.
Niveles educativos
En este sentido, los cursos ofertados abarcan desde alfabetización acelerada hasta programas de bachillerato y educación universitaria virtual. Este año, algunas cárceles del país han implementado estas opciones educativas, para brindar una educación integral que se ajuste a las necesidades y aspiraciones de la población carcelaria.
Este esfuerzo educativo representa un avance en la rehabilitación de los reclusos, también expande el horizonte de posibilidades para su reinserción social. La educación se presenta como una herramienta fundamental para transformar vidas, así como un facilitador para la construcción de un futuro más prometedor, incluso tras las rejas.
El inicio del ciclo escolar 2024 en los centros penitenciarios se erige como una oportunidad para la superación personal. Asimismo, la construcción de un camino hacia la reinserción social a través de la educación.
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