Ciudad de Guatemala, 17 ene (AGN).- En un gesto simbólico que marca el inicio de una nueva era, las barreras metálicas que durante años separaron la Casa Presidencial del pueblo guatemalteco fueron retiradas con la llegada del presidente Bernardo Arévalo.
Estas barreras fueron colocadas con la intención de resguardar las instalaciones de manifestaciones. Sin embargo, ahora han dejado paso a un mensaje claro de apertura y conexión entre la Presidencia y la ciudadanía.
#SabíasQue las vallas metálicas frente a #CasaPresidencial ya fueron retiradas. Después de varios años de haber sido colocadas, ahora los ciudadanos podrán caminar libremente por el sector. pic.twitter.com/K5gWJjIvNK
— AGN (@AGN_noticias) January 17, 2024
La decisión de quitar las vallas ha sido ampliamente aplaudida por la población guatemalteca, que ve en esta acción un primer paso hacia una relación más cercana entre el Gobierno y sus ciudadanos.
Levy de la Rosa, residente de la capital, expresó su satisfacción al comentar:
Me ha gustado mucho lo que he visto hasta el momento.
Para él, el gesto de retirar las vallas representa la eliminación de una barrera física que simbolizaba la distancia entre la población y la figura presidencial.
Al referirse a esta medida, destacó su importancia al afirmar:
Es una de las primeras medidas para hacer un tipo de puente entre la población y la Presidencia, para que no se vea una barrera entre la población y se vea como esa persona tan lejana.
Este sentimiento refleja la esperanza de muchos guatemaltecos de establecer una conexión más directa y humana con la máxima autoridad del país.
Transparencia y confianza
José Fernando, otro ciudadano que ha seguido de cerca los acontecimientos, elogió la decisión presidencial como un paso hacia la transparencia y un indicador de un comienzo bastante bueno.
Ese es un buen paso, porque está demostrando transparencia, es señal de que quiere comenzar con el pie derecho.
Mencionó José Fernando.
La retirada de las vallas se percibe no solo como una acción simbólica, sino como un mensaje tangible de apertura y disposición a construir una relación basada en la confianza.
Este gesto, aunque aparentemente sencillo, simboliza un cambio en la percepción del Gobierno hacia la ciudadanía y viceversa. Asimismo, la eliminación de las barreras físicas busca construir un puente de entendimiento y colaboración entre la Presidencia y el pueblo.
Más allá de la seguridad, se trata de derribar la percepción de una autoridad distante y crear un ambiente propicio para el diálogo y la participación ciudadana.
La reacción positiva de los guatemaltecos ante esta medida indica un anhelo colectivo de una relación más abierta y participativa con sus líderes. El presidente Bernardo Arévalo, al dar este paso, responde a la necesidad de construir puentes en lugar de muros.
Por lo tanto, quitar las vallas es un cambio y símbolo de un nuevo capítulo en la relación entre el Gobierno y la población, en la que la transparencia y la cercanía son fundamentales.
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