Madrid, 6 jun (EFE).- Los últimos avances, junto a las iniciativas que se han puesto en marcha para entender el cerebro, y un nuevo aliado, la inteligencia artificial (IA), abren una década de enormes expectativas sobre la posibilidad de trasladar a la sociedad los beneficios de la neurotecnología y abordar enfermedades para las que hoy no hay solución.
En Lausana, Suiza, un neerlandés de 40 años que perdió la movilidad en las piernas en un accidente hace más de 10 años, ha vuelto a caminar gracias a la primera conexión hombre-ordenador entrenada con inteligencia artificial para recoger estímulos cerebrales y traducirlos en datos digitales y después en movimiento; un avance sin precedentes en el ámbito de la cirugía neuronal.
Decodificación cerebral
Pero durante los últimos meses se han descifrado también el habla y las imágenes que se pueden ver a través de la descodificación de la actividad cerebral utilizando escáneres de resonancia magnética. Asimismo, ha comenzado a comercializarse el primer exoesqueleto pediátrico, desarrollado por la científica española Elena García Armada, y que facilita la movilidad a niños afectados por una parálisis cerebral o una atrofia muscular espinal.
Dos expertos analizan algunos de los desarrollos tecnológicos más esperanzadores o las posibilidades que brinda en el sector de la neurobiología la IA. Además, los riesgos, si no se pone coto, de una tecnología disruptiva cuando interfiere en el órgano que rige la mente y todas las propiedades mentales. Dentro de estas el pensamiento, las emociones y la memoria.
El cerebro es la estructura más compleja y enigmática del universo
Detrás de las más de mil millones de neuronas se esconde la maquinaria que crea nuestros sentimientos y nos da una comprensión del mundo
Y sin importar dónde naciste o quién eres define quienes somos pic.twitter.com/5ny9h0zgsi
— Virginio Gallardo (@virginiog) May 29, 2023
Depende del uso
El neurobiólogo Rafael Yuste, catedrático en la Universidad de Columbia (Estados Unidos), es uno de los padres del proyecto Brain, que impulsó la administración de Barack Obama y que aglutina los esfuerzos de más de 500 laboratorios de todo el mundo.
Antonio Oliviero es jefe Neurología en el Hospital Nacional de Parapléjicos, ubicado en Toledo, España. El hospital de referencia de ese país para el tratamiento de la lesión medular.
Ambos coincidieron al subrayar las bondades de la IA en este campo y al subrayar que cualquier tecnología es neutra y depende del uso que se haga de ella, citaron el caso del fuego o el de la física nuclear. También en que no es momento de pausar ni ralentizar ninguna tecnología y en que todas son necesarias para afrontar los grandes desafíos de la medicina.
IA anclada a los derechos humanos
El cerebro no es un órgano más del cuerpo, sino el que genera todas nuestras propiedades mentales y cognitivas. Al entender cómo funciona nos entenderemos a nosotros mismos por dentro científicamente por primera vez, manifestó Yuste.
Asimismo, se mostró convencido de que la IA puede ser una herramienta fundamental para ese entendimiento y para trasladar a la sociedad todos los beneficios científicos, clínicos y económicos de la neurociencia y la neurotecnología.
Y apostó por encauzar el desarrollo de esa tecnología de una forma sólida, pero siempre anclada en los derechos humanos.
Porque así podría ser una de las mayores fuerzas de bien en el mundo.
Entre los avances más prometedores de los últimos meses citó la posibilidad de descifrar el habla y las imágenes a través de la descodificación de la actividad cerebral con escáneres de resonancia magnética, un trabajo que puede abrir el camino para comunicarse con pacientes con parálisis, ictus o alzhéimer.
Yuste se refirió a la necesidad de expandir los derechos humanos para incluir la protección de la actividad cerebral con neuroderechos que garanticen que no se puede ni descodificar ni manipular la actividad cerebral de las personas.
🌍 En el mundo existen aproximadamente 50 millones de personas con demencia. Esta patología aumenta a partir de los 60 años.
🧠 En el Instituto de Neurociencia contamos con profesionales dedicados al diagnóstico, al manejo y al tratamiento de este tipo de patologías. pic.twitter.com/C8wkWGcoiD— Fundación Favaloro (@FundFavaloro) December 4, 2020
Una tecnología que revolucionará la medicina
En el mismo sentido, Oliviero aseveró que en la próxima década se avanzará mucho en la comprensión del cerebro y en la relación de este órgano y otras enfermedades y advirtió que en la actualidad en pocas enfermedades neurológicas vamos más allá que un control de los síntomas.
Una de las áreas en las que más impacto tendrá la IA será en la de las neurociencias y en las terapéuticas, según Oliviero, y observó que es difícil estimar el impacto de muchos factores en la evolución de una enfermedad y que cada paciente evoluciona de una forma diferente con el mismo fármaco debido a distintos factores (ambientales, genética u otros) y que esta tecnología ayudará mucho en ese sentido.
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dc/dm